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Guadalajara, Jalisco, México - Jueves 23 de junio de 2005 | ||
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atisbos desde la condición humana De un libro mal comprendido… ![]() A la cultura
hindú pertenece el Kama Sutra, que es por cierto mucho más que un libro de
posiciones eróticas, a lo que lamentablemente se le ha reducido ![]()
![]() ![]() ![]() ![]() Fondo de apoyo a trabajadores de los medios de comunicación ![]() ![]() ![]() El Kama Sutra tratado sobre el
refinamiento amoroso, ha sido un libro mal comprendido. La cultura occidental suele olvidar que hay muchas culturas bastante más antiguas y mucho más ricas que nos superan en muchos siglos, como suelen ser la cultura china o la hindú. A la cultura hindú pertenece el Kama Sutra, que es por cierto mucho más que un libro de posiciones eróticas, a lo que lamentablemente se le ha reducido. Para conocer realmente este tratado, habría que empezar por darnos cuenta de que es un libro que emerge de la filosofía hindú y que nos habla, como muchas otras filosofías, de cómo el hombre puede acceder al estado perfecto. Para los hindúes es preciso alcanzar las Trivagas es decir, las tres cualidades de la vida: Dharma, Artha y Kama. La primera virtud, Dharma, tiene que ver con el mérito religioso. La segunda Artha, con la prosperidad terrenal y finalmente la tercera Kama, con la satisfacción erótica. Así, estas tres cualidades podrían traducirse en nuestro lenguaje como: Virtud, riqueza y placer. El Dharma es la virtud que nos habla del campo del espíritu, del hacer y procurar el bien propio y el de los demás. El Artha nos sitúa en la realidad terrena del aquí y el ahora, y nos dice que todo ser humano tiene derecho a la tranquilidad, al bienestar, a la bonanza en la tierra. Finalmente la tercera cualidad, el Kama, tiene que ver con el disfrute de la vida, con la fruición del vivir, con la búsqueda de placer. ¿No es el placer o el instinto del eros un aspecto medular de la teoría de Freud, quien habla de este elemento desde la primera infancia, como impulso que nos mueve hacia la consecución del placer? Pues la filosofía hindú sencillamente se le adelanta 13 siglos a Freud. Al mismo tiempo que el Kama Sutra aborda el amor como ciencia y nos ilustra con todo detalle hasta de los más exquisitos refinamientos es también por ello un libro documental que consigna los usos y costumbres de las clases acomodadas hindúes del primer siglo después de Cristo. Así, el Kama Sutra señala que la mujer (y el hombre por supuesto) deberá estudiar todas aquellas ciencias y artes relacionadas con el amor. Cito algunas de estas artes, consignadas en el capítulo tercero del Kama Sutra: El canto, la danza, la música instrumental, el arreglo de setos y flores en el suelo, el colorear los dientes, los vestidos, los cabellos, las uñas y el cuerpo… el arte de hacer las camas y extender los cojines para descansar, el tocar vasos musicales llenos de agua, pintar cuadros, hablar de literatura, trenzar guirnaldas… construir adornos para las orejas, preparar exquisitas comidas, bebidas aciduladas, cultivar la agilidad de palabra, los juegos de inteligencia y enigmas… el arte de escandir o medir y elaborar versos… bordar y decorar con plumas y piedras trajes y penachos… entre muchas sofisticaciones más. Como se puede apreciar, el Kama Sutra concibe el amor como “... un continuo ejercicio de superación, un preocuparse constantemente por la otra persona, y un ininterrumpido esfuerzo de ingenio para mantener la llama tan despierta como al principio”. Originalmente en sánscrito, este libro está tan vigente, como el primer día en que lo escribió Mallaraga Vatsyáyána, (se cree que vivió entre el primero y el quinto siglo después de Cristo), uno de los autores más importantes de la India. El autor, compila, sintetiza y enriquece textos antiguos en más de 12 mil slokas o versos. ¿Quién podría sustraerse a la fascinación de una cultura así, que privilegia la vida, el amor, la belleza? Yolanda Zamora | ||
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